Escrito el 28/01/2014 por Concha Bernad escrito en Apuntes, Biblioteca, Cocina Sefardí, General, Las mesas del mundo. El articulo original se encuentra la siguiente excelente web de cosina: http://www.cocinayaficiones.com
A la Península Ibérica llegaron los judíos en la época de los romanos y vivieron en nuestro país, unas veces con mejor fortuna y otras con peor, hasta 1492 en que los expulsaron los Reyes Católicos.
A los judíos no se les distinguía por los ornamentos o las ropas que usaban, por los utensilios que manejaban o por la raza, tampoco pertenecían a una clase social única, los había ricos y pobres. La mayoría se adaptaba a las modas imperantes en el momento, tanto con romanos, visigodos, islámicos o cristianos, su apariencia es igual al resto de sus contemporáneos pero no su religión. Los judíos han mantenido sus propias costumbres religiosas y los ritos que conlleva contra viento y marea, son sus señas de identidad, personales, arraigadas en sus corazones y en sus pensamientos.
Por eso visitar la cocina sefardí es como recordar la cocina de nuestros tatarabuelos, de nuestros antepasados, es volver a la España Medieval y recibir aromas y sabores antiguos.
En la península Ibérica convivieron judíos, musulmanes y cristianos durante muchos siglos, hubo épocas de gran esplendor y otras muy negras. La convivencia entre todos fue normal hasta que los visigodos se convirtieron al cristianismo y empezó una época de persecuciones por lo que los judíos apoyaron la invasión musulmana del año 711, recibiendo a los invasores como libertadores.
Los primero musulmanes admitieron sin problemas a judíos y cristianos, pueblos monoteísta y con la biblia como texto sagrado en común, crearon una ley que llamaron dhimma en la que se recogían la libertad de culto y el derecho a nombrar representantes aunque ocuparan una posición social de segunda categoría.
Fue la época del Califato de Córdoba y los Reinos de Taifas los más brillantes, con grandes obras en el campo de la literatura y de la poesía, de la medicina o de la agricultura. Una época de esplendor y de sabiduría que termino con la llegada de los almohades que su intransigencia religiosa y su fanatismo no dudaron en intentar imponer su criterio y persiguieron sin tregua a judíos y cristianos. Así para escapar de sus verdugos los judíos huyeron a tierras vecinas.
En su nuevo destino también tuvieron su época de paz y prosperidad, participando en la vida política y económica, siendo embajadores entre cristianos y musulmanes. En esta fase el número de judíos se incremento notablemente y de 25.000 pasaron a 250.000.
Dependían directamente del rey, su núcleo urbano (aljama o judería) no era un gueto ya que muchos cristianos vivían allí y tenían libertad de asentamiento. En la aljama tenían sus propias ordenanzas taccanot, escritas en hebreo y castellano, cumpliendo la ley judía: LaTorah.
Pero esta época de paz terminó en 1391, la inestabilidad social y el fanatismo religioso desato una terrible persecución, la quema de sinagogas y el cierre de la judería, impidiendo la salida de los judíos y convirtiéndola en un gueto. También se persiguió a los musulmanes, obligando a ambos pueblos a apostatar de su religión y convertirse al catolicismo bajo amenazas y penas de tortura y muerte.
Se les quita sus privilegios legales a las aljamas y se prohíbe el ejercicio de profesiones cualificadas como médico, boticario y no cualificadas como herrador o sastre. También se les obliga a llevar pelo largo y barba y a no poder salir del gueto. Todo esto termina con la expulsión el 31 de marzo de 1492, los Reyes Católicos firman un decreto dando fin a una época muy singular de la historia de España, el único país de Europa en el que conviven tres religiones, pasando a formar parte de la Europa cristiana sin moros y sin judíos.
Hoy todavía perdura su presencia, bellísimos edificios como la Sinagoga del Tránsito o de Santa María la Blanca de Toledo maravillas de las maravillas, me vienen a la cabeza en un instante. Las Juderías de Gerona, Toledo, Córdoba o Hervás de belleza incomparable y un tesoro que nos dejaron los judíos como recuerdo de su estancia en nuestro país, una herencia impagable que enriquece las mas bellas ciudades de España.
Pero quienes son los sefardís?
Los sefardíes son los descendientes de los judíos que abandonaron España en la diáspora de los Reyes católicos, después de varios siglos de convivencia con cristianos y musulmanes tuvieron que abandonar sus casas, sus tierras y sus pertenecías, al hogar abandonado lo llamaros “Sefarad” y un poso de nostalgia y añoranza quedo en los corazones de los expulsados y como es normal en un pueblo celoso de sus costumbres guardaron la cocina que habían aprendido y la enriquecieron con las de los países de destino, creando una cocina sencilla y con mucha personalidad.
Los sefardís no olvidaron nunca la tierra de sus antepasados y en sus corazones se han enfrentado dos sentimientos, el rencor por la expulsión y la nostalgia por la patria perdida. Sentimiento que fue creciendo con el tiempo, recoge la idea del paraíso perdido, los buenos recuerdos del pasado frente a la realidad cotidiana. Sefarad está en el corazón de todos los sefardís.
Fuente: http://www.cocinayaficiones.com/2014/01/la-cocina-sefardi-un-poco-de-historia-apuntes/
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