Quisiera contarles sobre una
mujer muy importante en la historia de Am Israel. Probablemente la mujer que
más hizo por el pueblo judío en la diáspora, luego de Ester haMalká. Y escribo sobre ella un día después de Yom
haAtzmaut, porque esta mujer, entre otras cosas, intentó establecer un estado judío en la
tierra de Israel.
Su nombre: Beatriz de Luna. Pero
también fue conocida como Janná y luego Gracia Mendes. Beatriz nació en Lisboa,
Portugal en el año 1510. Recordemos que en 1492, entre 600.000 y 800.000 judíos fueron
expulsados de España. Más de 100.000
judíos huyeron a Portugal, donde el rey Juan exigía un pago exageradamente
grande para otorgar la residencia permanente a los refugiados. La mayoría de
los judíos era muy pobre, pero 600 familias eran lo suficientemente adineradas
como para pagar la suma requerida. La familia de Beatriz fue una de estas 600
familias. La historia de la integración de los judíos en Portugal en esta época
es muy larga compleja para describirla en una pocas lineas. Pero digamos
brevemente que hubo un acuerdo con el rey: los judíos se convertirían
“nominalmente al cristianismo y el rey no permitiría que se establezca el
tribunal de la inquisición. A estos judíos se los llamaba en castellano
“conversos” (también “marranos”) y en hebreo “anusim” (“convertidos contra su
voluntad”). La Inquisición estaba a
cargo de verificar que los conversos no practicasen ninguna otra religión. Al no haber Inquisición los judíos podían
vivir una doble vida: exteriormente vivían como cristianos y en su vida privada practicaban
estrictamente el judaísmo.
Como era habitual en esos días y
en esas circunstancias, recién a los 12 años los padres de Beatriz le contaron
a su hija que ella era judía.
A los 18 años Beatriz se casó. Su
marido era Francisco Mendes. “Mendes”
era el apellido no judío que había adoptado en estas circunstancias la familia
“Benbeniste”, una familia de rabinos y estudiosos de la Torá. La ceremonia de
casamiento se llevó a cabo en la catedral de Lisboa, y luego en la casa, se
celebró la Jupá (ceremonia de casamiento judío) y la firma de la Ketubá.
Francisco Mendes no era un converso más. Francisco era el RAB HA-ANUSIM, “el
rabino de los conversos”.
Cada vez que era necesario un
rabino para un casamiento u otra ceremonia religiosa, Francisco era llamado a
oficiar.
Fue a través de su esposo
Francisco זצ”ל que
Beatriz conoció cada vez más y mejor la Torá.
Y fue gracias a su esposo que su
amor por el pueblo judío se transformó en la pasión de su vida.
Francisco junto con su hermano
Diego (Meir Benbeniste) crecieron inmensamente en el plano comercial. Francisco y Diego estaban a cargo de
administrar para el rey de Portugal todos los barcos de cargo que llegaban a
Portugal desde Brazil, Africa y la India. Era una época de apogeo económico
para Portugal ya que todas las mercaderías exóticas (pimienta negra y otras
especias, metales y piedras preciosas, etc.) que llegaban a Lisboa era luego
exportada y comercializada en toda Europa. Esto también estaba a cargo de los
hermanos Mendes. El éxito de los Mendes
y su fortuna fue tan grande que crearon un banco, el Banco Mendes, que llegó a
ser el segundo banco más importante de Europa en el siglo 16.
Pero la situación para los judíos
de Portugal se complicó. El Papa insistía en instalar allí la inquisición. Para
la iglesia era una excelente oportunidad económica, ya que si descubría que
algún “converso” judaizaba, todo su dinero, bienes y propiedades serían
confiscados y pasarían para la iglesia y
muchos judíos conversos en Portugal tenían mucho éxito en sus negocios.. (Este
importantísimo detalle es sospechosamente omitido por muchas publicaciones.
Wikipedia, por ejemplo, ver aquí . ¿Alguien, por favor, lo podría agregar? ).
Los judíos trataron de postergar la llegada de la inquisición pero finalmente
en 1536 la inquisición papal se instaló en Portugal y desde eses momento fue
imposible para los judíos permanecer allí.
En 1538 Francisco falleció y dejó
su posición y fortuna a su esposa Beatriz.
Ese mismo año Beatriz, su hija
Ana y su cuñado Diego Mendes se instalaron en Amberes (Antwerp), Bélgica, el
centro financiero mas importante de Europa en ese entonces, y siguieron
adelante con su exitosa empresa.
Es allí donde Beatriz Mendes
comienza a transformarse en una figura gigantesca para el pueblo judío. En
primer lugar, Beatriz utilizó la ruta comercial de la empresa Mendes (ver mapa
arriba) para ayudar a los judíos de Portugal a escapar de la inquisición. Cientos o quizás miles de familias escapaban
en los barcos comerciales de los Mendes que tenían un paso libre y seguro,
desde Lisboa hasta Amberes, desde Amberes hasta Ancona, Italia, y desde Italia
hasta Turquía, donde los judíos era muy bien recibidos. Y como si esto fuera poco, Beatriz se ocupó
de que todos los bienes y propiedades de los judíos fueran compradas en
Portugal por su compañía y los refugiados judíos recibieran su dinero del banco
Mendes, una vez que arribaban a Turquía.
Fuente: http://halaja.org