El Rab Tam ibn Yejiá fue uno de
los Rabinos más importantes de su generación.
Nació en Lisboa, Portugal, en
1475. En 1496, cuando los judíos Portugueses tuvieron que decidir entre
convertirse al cristianismo o dejar el país, el Rab Tam escapó hacia la ciudad
de Constantinopla, hoy en día Istanbul, Turquía. Allí, por algunos años miembro de la corte
rabínica del famoso Rab Eliyahu Mizraji (רא”ם).
Después de la muerte del Rab Mizraji, el Rab Tam heredó ese cargo y fue
asignado como el líder espiritual de la comunidad judía de Turquía.
Las relaciones del Rab Tam con el
gobierno de Turquía eran más que buenas. En primer lugar porque el Rab Tam era
también un muy reconocido médico, y llego a ser uno de los doctores de mayor
confianza del Sultán Suleimán El Magnífico (1494-1566), que fue el Sultán que
permaneció por más tiempo a la cabeza del Imperio Otomano. En segundo lugar,
porque el Rab Tam dominaba perfectamente el idioma turco y el árabe, y era un
reconocido experto en ley islámica (sic).
Así escribió su hijo, Gedalia ben Tam (Rab de Salónica, Grecia) en su
libro de historia judía Shalshelet haQabbalá
“el conocimiento de mi padre en la ley islámica era tan grande que los
jueces musulmanes [=Imanes] frecuentemente consultaban con él con respecto a sus
decisiones”.
En ese entonces, todos los países
del Medio Oriente, incluyendo Siria, Egipto y también Israel, estaban bajo el
dominio del Imperio Otomano. De manera que ser el rabino principal de Turquía
le confería al Rab Tam también la autoridad rabínica sobre todos los rabinos
del Medio Oriente. Así, el Rab Tam, no sólo era consultado por individuos sino
también por sus colegas de todo Medio Oriente, quienes buscaban su veredicto
cuando había algun debate o discusión entre ellos. El veredicto del Rab Tam era
aceptado por los Rabinos de su generación como la última palabra.
La importancia del prestigio del
Rab Tam en la corte de Suleimán el magnifico no puede ser subestimada tampoco
desde el punto de vista politico.
Gracias a las excelentes relaciones del Rab Tam con el Sultán, todas las
comunidades judías del Medio Oriente gozaban del favor del Sultán y del imperio
Otomano, lo cual muchas veces significaba la diferencia entre la vida y la
muerte de judíos, o la destrucción o supervivencia de comunidades judías enteras.
El Rab Tam fue un escritor muy
prolífico. Uno de sus alumnos , el Rab
Binyamin Motal, escribió que el Rab Tam compuso:… “El libro Ma’ase Nisim, un
comentario sobre el Rif. El libro Al haNisim, un comentario sobre el Ran.
También escribió un libro muy extenso con los registros de todos sus veredictos
Halájicos. Una recopilación de miles de preguntas Halájicas, que le fueron
enviadas desde todas partes del mundo, y sus respuestas que incluyen sus
análisis y veredictos. Escribió ademas
decenas de miles de explicaciones de la Gemará, comentarios a la Torá y a los
Midrashim, sermones y libros de ciencia, etc.”
El lector se preguntará, ¿Cómo es
posible que un Rabino que fue tan famoso y prolífico en su tiempo (en mi
opinión un “Maimonides del siglo 16”) sea
tan poco conocido en nuestro tiempo?
Creo que hay dos respuestas
posibles para esta pregunta: La primera es que lamentablemente la mayoria de
los rabinos Sefaradim son ignorados y desconocidos. Esta injusticia histórica
se está revirtiendo y aunque todavía queda mucho por hacer, poco a poco los
Jajamim Sefaradim son cada vez más y mejor conocidos. La segunda respuesta es
que, en el caso particular del Rab Tam ibn Yejiá, hubo un factor trágico que
contribuyó a que su nombre cayera en el olvido. En el año 1541 hubo un terrible
incendio en la ciudad de Constantinopla.
Este incendio que se cobró muchas vidas, también consumió virtualmente
todos los libros del Rab ibn Yejiá. Tanto fue el dolor que sufrió el Rab Tam al
ver la obra de toda su vida consumida por el fuego, que de acuerdo a lo que
expresan sus alumnos, su muerte en 1542 se debió en parte a la tristeza y el
pesar que sufrió por la perdida de sus manuscritos.
Todo lo que nos quedó de la obra
del rab Tam es una pequeña recopilación de algunos de sus comentarios sobre el
Rif, Derej Tamim, y una colección de sólo 213 respuestas rabínicas en un libro
Ahole Tam, publicado por su nieto, Don Tam ben Gedalia, en Venezia, Italia,
1620.
Fuente: http://halaja.org